Berlinoir es omnipresente. El espejo de la ciudad no contiene másque nuestras sombras. ¿Podemos vivir aquí? ¿Podemos coexistir con los vampiros que nos gobiernan?¿Podemos pasar nuestra existencia en paz y tranquilidad al precio de nuestra propia sangre? ¿O debemos rebelarnos, protestar, colocar nuestro destino en una balanza, para recuperar algo que se perdió hace mucho tiempo?